jueves, 20 de enero de 2011

Mensajes secretos

Hubo una vez que se perdieron en el bosque, cada quien fascinado por lo que encontraba a su paso, siguieron caminando hasta que se encontraron en extremos del bosque tan distantes que les tomaría meses, tal vez años para volverse a encontrar.

Pero el tiempo había pasado y sus lazos eran ahora fuertes, el bosque entero había sido testigo de su cariño y decidió ayudarlos...

Las mariposas iban y venían con mensajes secretos, sólo ellos sabían interpretar el vuelo coqueto de sus alas, incluso las luciérnagas y los grillos crearon todo un sistema para entregar mensajes nocturnos.

Los habitantes del bosque cuidaban de la chica en su nombre. Cuando la chica era sorprendida por una tormenta, las ramas de los árboles se entrelazaban aún más para no dejar que las gotas mojaran sus ropas. En seguida el viento llegaba fresco, con olor a tierra mojada y recuerdos del día soleado en el que se conocieron.

Los osos compartían sus postres de miel con ella, y después pasaban la tarde tomando una siesta en la pradera. Las ardillas ágiles llevaban encargos a este hombre, a veces eran frutitas y semillas, a veces ella las enviaba sólo a jugar frente a él para hacerlo sonreír.

El tiempo pasaría...
el tiempo siempre pasa...

martes, 18 de enero de 2011

Invierno II: Cae la nieve




La nieve cae,
sigue simplemente su curso en caída libre, es ligera y tal parecería que ella misma disfruta la libertad de sólo caer y caer...
y cada copo (hecho de varias docenas de copitos) se posa suavemente sobre la rama de un árbol, el pasamanos de una escalera, la nariz de alguno que otro transeúnte. Y si miras a contraluz se percibe toda la profundidad de una calle, está cubierta de miles y miles de copos, a distintas alturas y distancias, todos cayendo, suavemente, dejándose llevar como los pequeños trozos de algodón de azúcar que escapan a los vendedores en las ferias.

lunes, 17 de enero de 2011

Invierno I: Viento

Había sido invierno desde hacía un mes y el viento se había convertido en un verdadero enemigo para los habitantes de la ciudad. Nevaba, pero la nieve corría a la par del viento y podría decirse que apenas los copos rozaban el suelo, ya había una corriente contraria que los levantaba, y de nuevo emprendían su vuelo errático.

Aún así, de un día a otro los carros y las terrazas amanecían cubiertos de una gruesa capa blanca, ligera. Los dependientes llegaban por las mañana a limpiar los escalones de sus tiendas para recibir a la clientela que sin importar el clima continuaba con sus actividades diarias. Se enviaban camiones barredores de nieve para abrir paso a los carros y los peatones.

Éstos quitaban la mayor parte del la nieve, pero a lo largo del día se acumulaba más y más nieve y el paso cálido de la gente convertía los caminos en pequeñas albercas de nieve sucia y agua... los niños encontraban una razón para salir a las calles, nada malo les pasa cuando usan unas buenas botitas impermeables.

En general, la vida citadina seguía su curso, mientras la nieve comenzaba a crear una barrera cada vez más alta y compacta a los lados de las calles, alrededor de los árboles, en las terrazas deshabilitadas. Hasta ese día en que el viento cesó...

sábado, 15 de enero de 2011

viernes, 7 de enero de 2011

Senbazuru

From my new book of origami:

"Senbazuru is a Japanese word that literally means 1000 cranes. One of the world's oldest known origami books, hiden Senbazuru Orikata, reveals the secrets of folding senbazuru origami.

This technique requires specific cuts in the paper, that create multiple squares that are joined by small areas of paper."