lunes, 2 de agosto de 2010

La última exploración

Nosotros llegamos del lado del valle, amplio y verde ya ahí el sol brillaba demasiado para la época del año. Un explorador suizo esperaba que terminaran las obras, absorto al borde de la entrada que apenas unos minutos antes los trabajadores del otro, del osado, habían abierto para comenzar la búsqueda, nadie le prestaba atención y eso era bueno, al final de cuentas él no estaba a cargo.

Todo aquél que lo pensara con un poco de cuidado se daría cuenta: el otro, ése era un farsante. De hecho era un peligro dejar que él estuviera a cargo; pero ahora era demasiado tarde, esto se había convertido en un proyecto de la nación y todos confianban en su popularidad. Tan sólo habiendo estado al margen de tres o cuatro expediciones similares tenía el descaro de decir que era un experto en el área.

El explorador suizo sabía que sólo tenía que esperar a que el paso estuviera terminado. Del otro lado del valle él y su equipo podrían continuar, había detalles que el otro no había tomado en cuenta, ni siquiera tenían que apurarse, el otro, era impulsivo y no se daría cuenta de que tomarían otro camino mejor, además creían que el otro ni siquiera sabía a ciencia cierta qué estaba buscando.

Así esperaba el suizo cuando nosotros llegamos al lugar. La energía empleada en construir el paso al otro lado del valle eran impresionante; todos estaban alertas por algún posible derrumbe. Lo más increíble era ver qué había del otro lado...