jueves, 25 de marzo de 2010

Un hombre montado a caballo

Mi abuelo pudo ser otro que aquella figura alta, de ojos claros, ascendencia española y carácter recio. Mi abuela siempre será esa mujer dulce, pequeña, de cara redonda y sonrisa maravillosa.

A ella le tocó criar a sus hermanos antes que a sus 7 hijos y tres hijastros. Él vivió sus mejores aventuras de niño junto con el Cuatito en el hospicio. Pero el otro, el montado a caballo... vivió sus primeros años en el rancho de su padre.

Mi abuelo perdió a su primera esposa y de pronto se vio sólo con tres hijos. Mi abuela tenía un hijo sin padre. No sé bien cómo fue que se casaron. Pero al otro, al hacendado en busca de novia... a él le dijeron que mi abuela había muerto durante la noche.

De ese hombre a caballo no sé más que un día fue a pedir una visita para ver a mi abuela. Claro- dijo Pablito, el abuelo de mi madre- venga mañana por la mañana. Esa misma noche mi abuela fue enviada lejos lejos, con una tía.

De ese hombre a caballo sólo sé que pudo haber cambiado la vida de mi abuela.
Que escogieron por ella.


jueves, 4 de marzo de 2010

"Si pudiera te dejaba...

...pero no puedo. A ver, tú déjame, le digo"

dice esta mujer al hablar de las discusiones con su esposo, mientras ríe y sonríe recordándolo. Se encontraron mientras estudiaban; aquel hombre le prometió una vida de vuelta en México y seguramente también le prometió amor eterno.

Llevan 15 años juntos, sólo el primero vivieron en México. Ella es feliz a su lado, se nota en el tono de voz y sin embargo le hace falta su gente, ahora viaja tranquila para regresar unos meses a su tierra soñada.

-¿Y no lo extrañarás estos meses? -pregunto y ella sonríe.
-Sí, pero qué le voy a hacer...-

Y vuelven a brillar sus ojos y ríe alegremente.